DISOCIACIÓN. Cuando la personalidad se fragmenta.

“Vivir con disociación traumática”, es uno de los múltiples libros que existen acerca de esta patología. Lo que verdaderamente ocurre en este caso es una fragmentación de la personalidad o de la conciencia, en el cual la persona puede cambiar de un estado a otro.

La disociación no es más que un mecanismo de defensa que emplea la mente,el cual sería análogo a la respuesta de congelación o muerte aparente que manifiestan los animales cuando son atacados por un depredador. Ocurre cuando la situación o situaciones a las que nos enfrentamos, excede a nuestros recursos en esos momentos. Son varios los síntomas que caracterizan a la disociación, los cuales corresponden a:
Desrealización (sensación de que el mundo que le rodea no es real).
Despersonalización (sentir que uno está fuera del propio cuerpo).
Amnesia.
Problemas de identidad.
Somatizaciones.
Diálogo interno dentro de la mente.
Además de todo ello suelen ocurrir en paralelo otras manifestaciones como ansiedad, depresión, problemas de relación, obsesiones………….
Toda esta sintomatología es el resultado de haber padecido situaciones traumáticas, entendiendo por trauma no sólo el maltrato físico, emocional o el abuso sexual, si no que nos encontramos ante un concepto mucho más amplio, que engloba también el abandono, fallecimientos, negligencia por parte de los progenitores………. Todas ellas son situaciones que desestabilizan y exceden los recursos de una mente que todavía está en desarrollo. La sintomatología será más grave cuanto más tempranamente se de y cuando más reiterativas sean dichas situaciones.